Cómo calcular el consumo eléctrico de una vivienda
Con el precio del kWh marcando cifras récord cada día, controlar el consumo de electricidad en casa es fundamental para evitar que la factura de la electricidad se dispare. Incluso concentrando el consumo en las horas valle cuando el precio del kWh es más barato, la factura eléctrica está siguiendo una tendencia al alza ya que el precio medio del megavatio hora se sitúa en los últimos meses en torno a los 200 euros. Además de comprobar en qué franjas es más barata la electricidad es preciso saber qué aparatos consumen más electricidad para poder controlar la factura de la luz.
El consumo medio de una vivienda se calcula en torno a los 3.500 kWh, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Lógicamente este consumo es diferente según el tipo de vivienda, porque se consume más energía en una vivienda unifamiliar que en un piso, pero también influye la superficie total de la casa, el número de personas que viven en el hogar y el uso que se hace de la electricidad.
Al desglosar cómo se reparte el consumo eléctrico en el hogar, la primera posición corresponde a los electrodomésticos que acaparan más del 50% del consumo, seguido de la iluminación (12%), agua caliente y calefacción (7% cada uno), mientras que el stand by, cuando los aparatos están enchufados pero sin utilizar, supone en torno a un 6,6%.
La potencia media en España está entre 3.45 kW y 4.6 kW. Para saber la potencia eléctrica necesaria en la casa hay que sumar los kW de potencia que tiene cada electrodoméstico, aplicar un factor de simultaneidad de 0,25 y sumar al resultado 1 kW para saber la potencia mínima contratada.
Es importante determinar cuál es la potencia eléctrica que se necesita en casa porque en la factura se abona una cantidad fija por los kW contratados.
Para saber los kWh que consume una vivienda durante un periodo de tiempo determinado existen calculadoras de consumo en internet. Es necesario aportar información sobre el tipo de vivienda, tamaño, tipo de calefacción, tarifa contratada, potencia contratada, número de residentes y electrodomésticos de la vivienda, entre otros datos. A partir de los resultados se puede saber cuál es la potencia eléctrica que necesita la vivienda, la tarifa más adecuada al consumo de esa vivienda y si las facturas de la luz son correctas o no.
También se puede calcular el consumo eléctrico de la casa con la curva de consumo eléctrico o curva de carga que se puede conseguir a través del área de clientes de la distribuidora eléctrica. Con esta curva se puede saber cómo es la demanda de electricidad de la casa y cómo se distribuye a lo largo del mes, día y horas lo que permite modificar los hábitos de consumo o ajustar el consumo a los horas en las que se puede ahorrar.
Además existen medidores de consumo que miden el consumo de uno o varios electrodomésticos conectados en el mismo enchufe, facilitando información sobre cuánta energía consume un aparato durante su funcionamiento. También puede ser un medidor global que se conecta con el cuadro eléctrico de la vivienda y calcula el consumo eléctrico de todo el inmueble.
Así, es conveniente concentrar la demanda energética en las horas en las que el kWh es más barato porque su precio varía a lo largo del día. Existen tarifas de discriminación horaria pero también se puede consumir en las horas más baratas con una tarifa normal.
En cuanto a los electrodomésticos, hay que optar por aquellos que tienen la mejor calificación energética teniendo en cuenta la nueva clasificación de la eficiencia energética vigente desde este año. Ahora la etiqueta energética va desde la A que es la mejor calificación a la G que es la peor y se han eliminado las subcategorías A+, A++ y A+++. Junto con la información sobre el consumo eléctrico la etiqueta aporta datos sobre el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido.
En resumen, el consumo eléctrico varía en función del tipo de vivienda, el aislamiento, el tipo de electrodomésticos utilizados y el número y estilo de vida de los habitantes, pero existen formas de conocer el consumo eléctrico y poder actuar para controlar la factura de la luz.
Qué es el consumo de electricidad y cómo se mide
El consumo eléctrico es la cantidad de energía utilizada en un punto de suministro durante un periodo de tiempo determinado, es decir, la suma del gasto de luz de todos los aparatos eléctricos de la casa durante un tiempo determinado. El consumo de electricidad se mide en kW, que son 1.000 vatios, a través del contador que las compañías eléctricas instalan en las casas. Para saber cuánto se paga por la energía solo hay que multiplicar los kWh consumidos durante el periodo de facturación por el precio del kWh.El consumo medio de una vivienda se calcula en torno a los 3.500 kWh, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Lógicamente este consumo es diferente según el tipo de vivienda, porque se consume más energía en una vivienda unifamiliar que en un piso, pero también influye la superficie total de la casa, el número de personas que viven en el hogar y el uso que se hace de la electricidad.
Al desglosar cómo se reparte el consumo eléctrico en el hogar, la primera posición corresponde a los electrodomésticos que acaparan más del 50% del consumo, seguido de la iluminación (12%), agua caliente y calefacción (7% cada uno), mientras que el stand by, cuando los aparatos están enchufados pero sin utilizar, supone en torno a un 6,6%.
Cómo calcular la potencia eléctrica de la vivienda
La potencia eléctrica es la que determina cuántos aparatos pueden estar conectados de forma simultánea a la red. Esta potencia se mide en kW y es sobre la que se factura la electricidad.La potencia media en España está entre 3.45 kW y 4.6 kW. Para saber la potencia eléctrica necesaria en la casa hay que sumar los kW de potencia que tiene cada electrodoméstico, aplicar un factor de simultaneidad de 0,25 y sumar al resultado 1 kW para saber la potencia mínima contratada.
Cálculo potencia de los electrodomésticos 11 kW x 0,25 + 1 kW= 3.75 kW.
Es importante determinar cuál es la potencia eléctrica que se necesita en casa porque en la factura se abona una cantidad fija por los kW contratados.
Modos de controlar el consumo eléctrico
El consumo de kWh mensual en un hogar es de 270 kWh según Red Eléctrica de España, pero está cantidad puede variar según la dimensión de la vivienda, los aparatos eléctricos usados y los hábitos de las personas que viven en la casa.Para saber los kWh que consume una vivienda durante un periodo de tiempo determinado existen calculadoras de consumo en internet. Es necesario aportar información sobre el tipo de vivienda, tamaño, tipo de calefacción, tarifa contratada, potencia contratada, número de residentes y electrodomésticos de la vivienda, entre otros datos. A partir de los resultados se puede saber cuál es la potencia eléctrica que necesita la vivienda, la tarifa más adecuada al consumo de esa vivienda y si las facturas de la luz son correctas o no.
También se puede calcular el consumo eléctrico de la casa con la curva de consumo eléctrico o curva de carga que se puede conseguir a través del área de clientes de la distribuidora eléctrica. Con esta curva se puede saber cómo es la demanda de electricidad de la casa y cómo se distribuye a lo largo del mes, día y horas lo que permite modificar los hábitos de consumo o ajustar el consumo a los horas en las que se puede ahorrar.
Además existen medidores de consumo que miden el consumo de uno o varios electrodomésticos conectados en el mismo enchufe, facilitando información sobre cuánta energía consume un aparato durante su funcionamiento. También puede ser un medidor global que se conecta con el cuadro eléctrico de la vivienda y calcula el consumo eléctrico de todo el inmueble.
Cómo ahorrar en la factura de la luz
Una vez que ya sabes el consumo eléctrico de casa, los electrodomésticos que consumen más y en qué horas se concentra el consumo se pueden adoptar medidas para ahorrar en la factura de la luz.Así, es conveniente concentrar la demanda energética en las horas en las que el kWh es más barato porque su precio varía a lo largo del día. Existen tarifas de discriminación horaria pero también se puede consumir en las horas más baratas con una tarifa normal.
En cuanto a los electrodomésticos, hay que optar por aquellos que tienen la mejor calificación energética teniendo en cuenta la nueva clasificación de la eficiencia energética vigente desde este año. Ahora la etiqueta energética va desde la A que es la mejor calificación a la G que es la peor y se han eliminado las subcategorías A+, A++ y A+++. Junto con la información sobre el consumo eléctrico la etiqueta aporta datos sobre el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido.
En resumen, el consumo eléctrico varía en función del tipo de vivienda, el aislamiento, el tipo de electrodomésticos utilizados y el número y estilo de vida de los habitantes, pero existen formas de conocer el consumo eléctrico y poder actuar para controlar la factura de la luz.
