Cómo evitar el calor del verano en casa de forma eficiente

La temperatura media ha subido en España 1,31 grados desde 1900 a 2018, según el Observatorio de Sostenibilidad. Se ha pasado de una temperatura media de 14,29 grados de temperatura en las dos primeras décadas del siglo XX a 15,61 grados en este siglo. Este año 2022 ha marcado ya varios récords de temperatura. En enero se alcanzaron récords de temperatura máxima en Bilbao con 24,4 grados, en Gijón con 23,4 grados o en Barcelona con 22,1 grados, entre otras ciudades. 

En mayo se han vuelto a registrar temperaturas inusuales batiéndose récord tanto de temperaturas máximas, 42,3 grados en Andújar (Jaén), como mínimas, 25 grados en Jaén, siendo el día 21 el más cálido en toda España desde 1950. Las previsiones para el verano avanzan que será más tórrido, con temperaturas dos grados superiores a las normales, según Meteored. 

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Ante este panorama la cuestión es ¿cómo combatir el calor del verano en casa? y, sobre todo, cómo hacerlo de forma eficiente, sin aumentar el consumo energético y la factura de la luz. Aquí tienes algunos consejos.

Trucos para evitar el calor del verano en casa 


El aire acondicionado es el mejor aliado para estar fresco en casa y descansar en las noches de verano. Sin embargo, cuando no se tiene ningún tipo de aire acondicionado o se tiene que controlar el consumo energético por el elevado precio de la luz, entonces hay que poner en práctica otros trucos para tener la casa fresca. 

Abre las ventanas durante la noche 

Durante la noche y a primera hora de la mañana, la temperatura exterior es más baja por eso es el mejor momento para abrir las ventanas. Con esta sencilla acción se refrescan las habitaciones y se puede dormir mejor, algo complicado cuando la temperatura mínima no baja de los 20 grados. 

Mantén cerradas las puertas 

Durante el día hay que tener las puertas de las distintas estancias de la casa cerradas para que estén aisladas y se mantengan frescas. De este modo si entra calor por una habitación es difícil que se propague a otra. Sobre todo, es importante tener cerradas las puertas de los baños y de la cocina

Genera corrientes de aire

La mejor manera de aprovechar el frescor de la noche es creando corrientes de aire entre las diferentes estancias de la casa a través de la ventilación cruzada. Hay que abrir las ventanas por las que sale el aire y entornar por las que entra el aire. Eso sí, hay que sujetar las puertas y ventanas con cuñas para evitar portazos. En los grandes ventanales hay que dejar abiertas las ventanas de los extremos para evitar crear un efecto invernadero acumulando el calor del sol.

Instala toldos y baja las persianas


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Los toldos evitan la radiación directa del sol sobre las ventanas durante el día y contribuyen, junto con las persianas bajadas, a rebajar la temperatura interior. Se calcula que a través de las ventanas entra el 30% del calor, pero con las persianas bajadas la temperatura puede descender hasta 6 grados, aunque depende de la orientación de la casa. Cuando anochece es el momento de subir las persianas y los toldos para dejar entrar el aire fresco en la vivienda.  

Evita el uso de los electrodomésticos durante el día

Los electrodomésticos incrementan la temperatura interior de la casa mientras están en funcionamiento, por eso hay que restringir su uso durante las horas de más calor. Hay electrodomésticos que tienen que estar siempre conectados como el frigorífico, pero otros como la lavadora, el lavavajillas o la plancha se pueden utilizar por la noche aprovechando también la tarifa de la luz más barata

Usa la campana extractora en la cocina 

Al cocinar es recomendable tener conectada la campana extractora de la cocina para que no se acumule el calor, así a la vez que se expulsan los olores del cocinado se elimina el calor que desprende el fuego de la cocina. Evita el uso del horno en los meses estivales y opta por menús que pueden tomarse durante el día a temperatura ambiente: ensaladas, escabeches, tortillas… 

Instala ventiladores de techo

Con los ventiladores de techo se facilita la circulación del aire en la habitación, sube el aire caliente y baja el frío, y gracias a ese movimiento se mejora la sensación térmica. Ten en cuenta que las aspas deben girar en sentido contrario a las agujas del reloj. Con un ventilador se reduce entre 1 y 2 grados la temperatura y consume de 100 a 200 vatios. Se produce más frescor, aunque la temperatura que se consigue no es tan confortable como la obtenida con el aire acondicionado.

Utiliza pulverizadores y riega las plantas 

Usar el agua para refrescar el ambiente es otra forma de combatir el calor del verano de forma eficiente. Se puede hacer utilizando pulverizadores en los jardines y terrazas o bien regando las plantas al anochecer cuando no reciban el sol directamente. La humedad de la tierra contribuye a refrescar el aire que entra en casa, mientras que las plantas de interior refrescan el ambiente. 

Además, puedes poner en práctica otros trucos para mantenerte fresco como usar tejidos ligeros como el algodón y el lino de colores claros, tanto en la cama como en la ropa de vestir; darte una ducha corta con agua templada antes de acostarte o refrescar la cama con bolsas de agua fría. 

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