Impuesto al sol: qué es, aprobación y derogación
El impuesto al sol se introdujo en España en 2015 para garantizar la sostenibilidad de la red eléctrica. Es un tema controvertido, y ha sido objeto de protestas por parte de los españoles. El gobierno de aquel momento defendió esta tasa argumentando que era necesaria para financiar el desarrollo de los recursos energéticos renovables.
Sin embargo, desde su creación causó polémica porque muchos consideraron que era una carga injusta para los contribuyentes y que el desde gobierno se debían encontrar formas alternativas de financiar sus programas de energías renovables.
Qué es el impuesto al sol
Este impuesto se aplica a los hogares que generan su propia electricidad mediante paneles solares. El impuesto se basa en el tamaño de la instalación solar, por eso mismo los hogares con instalaciones más grandes están gravados con un tipo más alto.
Resumiendo, el impuesto del sol obligaba a los ciudadanos que usaban el autoconsumo a pagar por estar conectado a la red eléctrica. Es decir, los usuarios de autoconsumo debían abonar una tasa para contribuir al mantenimiento del sistema eléctrico.
Quién lo aprobó y por qué
El también conocido como impuesto al autoconsumo fue aprobado por el Gobierno de M. Rajoy en el año 2015. Se pretendía invertir en fuentes de energía renovables y reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles.
Ha sido criticado por los grupos ecologistas, que argumentan que desalentará el uso de las energías renovables. Los defensores del impuesto dicen que ayudará a sufragar el coste del mantenimiento de la red eléctrica. Esta fue sólo una de las varias medidas que el gobierno español tomó para reducir su déficit, así como la disminución de las subvenciones a las energías renovables y el aumento del impuesto sobre el valor añadido del país.
Quién debía pagarlo
Debían abonar los consumidores que tuvieran instaladas en su vivienda placas solares para el autoconsumo.
Se aplicaba en dos casos:
Potencia instalada: las instalaciones con baterías para acumular energía excedente o las instalaciones con potencia de más de 100 kW.
Energía autoconsumida: se aplicaba sobre la diferencia entre la energía producida y la cantidad excedente que se invierte a la red general.
Derogación
Este injusto impuesto fue derogado después de tres años de polémica por el gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez. Un año antes, fue reconocido el derecho a autoconsumir energía eléctrica sin obligación de pagar ningún tipo de tasa.
Al mismo tiempo que se derogó, el gobierno anunció una serie de medidas para favorecer el autoconsumo.
Qué impuestos hay que pagar por tener placas solares
La respuesta es ninguno. Tras la derogación del impuesto por el aprovechamiento de la energía solar en España en el año 2018 por parte del gobierno de coalición en un ejercicio de promover el autoconsumo y las energías limpias, todos los usuarios de placas solares quedan exentos de pagar cualquier impuesto relacionado con su instalación fotovoltaica. Esto significa que deja de existir el impuesto al sol, tal y como se publicó en el Real Decreto-ley 15/2018.
Qué impuestos se pagan de electricidad en España
En España, los impuestos sobre la electricidad se componen de dos partes:
cargo fijo que es una cuota mensual que es independiente de la cantidad de electricidad que se utilice
cargo por consumo que se basa en la cantidad de electricidad consumida y se paga por kilovatio-hora (kWh)
Para los hogares, la tarifa de consumo suele ser inferior a la tarifa fija. En 2019, la factura mensual media de electricidad en España era de 61,43 euros, incluyendo impuestos y tasas. De esta cantidad, 11,09 euros correspondían al cargo fijo y 50,34 euros al cargo por consumo. Por tanto, el hogar medio en España paga 1,83 euros por kWh de electricidad consumida, incluyendo impuestos y tasas.