Privatización de la luz en España ¿Quién fue el responsable?

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La privatización de la luz en España se ha desarrollado de forma gradual desde el año 1988 de la mano del gobierno de Felipe González. La normativa española comenzaba así una tendencia de liberalización del sector eléctrico que, en teoría, buscaba la mejora de su eficiencia.

La principal empresa eléctrica española era Endesa, creada en 1944, y cuya denominación completa era Empresa Nacional de Electricidad, SA.

En este artículo responderemos a las preguntas quién privatizó la luz en España, cuándo se privatizó la energía, cuáles han sido las consecuencias de la privatización del mercado eléctrico o cuánto ha aumentado el precio desde la privatización.

Quién privatizó la luz en España

Esto se iba a conseguir mediante la entrada de un mayor número de competidores en el mercado y dejando que fuera el mismo mercado eléctrico quien mejorara la eficiencia. La regulación se limitaría al mínimo y se alejaría del antiguo sistema de monopolio estatal. No obstante la realidad ha terminado siendo diferente.
El PSOE comenzó la privatización y el PP finalizó el proceso una vez Aznar llegó al gobierno años más tarde. Con la privatización se pretendía reducir los costes de la energía eléctrica, asegurar el suministro y potenciar la generación mediante energías renovables, aunque a posteriori se ha demostrado que el sector energético se ha convertido en un negocio en el que los antiguos altos cargos políticos tanto del PP como del PSOE se han lucrado a través de puertas giratorias.

Cuándo y por qué se privatizó la energía

Poco antes de que la Unión Europa publicara una ley en 1997 el gobierno español de Felipe González empezó a privatizar compañías públicas del sector de la energía. Por ejemplo, en 1996 se iniciaron las privatizaciones de Enagas, Repsol o Gas Natural.

La privatización de Endesa había empezado con un primer paquete del 24% del capital mediante Operación Pública de Venta, OPV y siguió con segundo paquete del 25% mediante OPV.

Estas privatizaciones continuaron en 1997 con el Gobierno Aznar (Endesa, Repsol, Gas Natural…) hasta su final en lo que respecta a las empresas de energía. Endesa colocó en bolsa su último paquete accionarial del 33% en 1998.

Recordemos que la empresa pública para la electricidad era Endesa. Así que no hubo privatización de Iberdrola, pues era una empresa privada procedente de la integración de Hidroeléctrica Española e Iberduero. Hubo dos intentos de fusión entre la privada Iberdrola y la privatizada Repsol en 1997 y 1999 que no tuvieron éxito, y otro adicional entre Iberdrola y Endesa en 2000, que fue abandonado.

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Consecuencias de la privatización

Creación de un oligopolio

La primera consecuencia de la privatización de la luz en España ha sido la creación de un oligopolio, o mercado con un número limitado de empresas en el que estas pueden controlar y acaparar las ventas como si se tratara de un monopolio.

En la factura de la luz, cuatro partidas dependen del sistema eléctrico: coste de la energía, peajes de transporte y distribución, margen de beneficios de la comercializadora y el alquiler del equipo de medición (contador de la luz). El coste de la energía se divide, a su vez, en el coste de la energía en el mercado diario, coste de servicios de ajuste, pagos por capacidad, operador de sistema y operador de mercado.

Y dos partidas, los recargos por política energética y los impuestos, dependen única y exclusivamente del gobierno. Estos recargos se dividen en retribución renovable, extra-coste de producción no peninsular y anualidades de déficit. Los dos principales impuestos que gravan la factura de la luz son el impuesto especial sobre la electricidad y el IVA.

Dicen algunos expertos que los recargos por política energética y los impuestos son reducibles y que provienen de decisiones políticas arbitrarias. Son especialmente relevantes porque según la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencia), entre el 51% y el 54% de la factura eléctrica proviene de injerencias políticas no relacionadas con la generación, suministro y comercialización de la electricidad.

Aumento de la factura de la luz

La consecuencia más negativa sobre la ciudadanía de la privatización de la electricidad en España ha sido el incremento del precio de la luz. Puesto que el objetivo principal de una empresa es y siempre ha sido el lucrarse, era de esperar que dejar en manos de empresarios un suministro del que dependemos todos, acabaría con un feroz e injusto aumento de las facturas mientras los directores de las eléctricas sen enriquecen.

Cuánto ha subido el precio desde la privatización

Si de cara a la ciudadanía el principal objetivo de la privatización del mercado eléctrico era la reducción de los precios, el objetivo no solo no se ha conseguido sino que entre el año 2000 y el 2018, el coste del kWh ha aumentado en un 150%, pasando desde los 30 euros de entonces a los 75 euros por kWh de 2018.

Esto sitúa a España entre los países de la Unión Europea con los precios de la electricidad más caros.

Creación de una empresa pública eléctrica

Por parte de Unidas Podemos se hizo una proposición de Ley para la creación de una empresa eléctrica pública el pasado septiembre de 2021. La propuesta va encaminada a la gestión de una fuente de energía económica que pudiese competir en el mercado actual y que se tradujera en una disminución de los precios de la energía.

La creación de una empresa pública eléctrica permitiría reducir los precios que se pagan en estos momentos, sin embargo no es un proceso fácil puesto que el gobierno solo deja que el mercado libre decida en tres de las partidas de la factura de la luz (el coste de la energía en el mercado diario, el coste de servicios de ajuste y el margen de beneficio de la comercializadora). El presunto oligopolio solo tendría acceso a un 25% del total de la factura, por lo que requeriría una actuación mayor por parte del gobierno a través de decisiones valientes que les permitieran gestionar un mayor porcentaje del servicio en favor de la población.

Este es un resumen de cómo se hizo la privatización de la luz en España y las dos principales consecuencias que ha tenido: la creación de un oligopolio eléctrico y la subida del precio de la luz.

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